Durante el embarazo se producen una serie de cambios fisiológicos y estructurales en el cuerpo de la mujer – mayor laxitud muscular y de tendones, alteración de la postura, aumento del tamaño del pecho, celulitis, mala circulación y manchas en la piel- que provocan un desequilibrio del tono muscular.
En la mayoría de casos, el cuerpo vuelve a la normalidad tras el parto. No obstante, si quieres reducirla en la medida de lo posible durante el embarazo, lo mejor que puedes hacer es seguir una serie de sencillos consejos que aqui te proponemos.
Dieta. No es conveniente engordar más de quince kilos durante el embarazo. Además, para prevenir la aparición de la celulitis es recomendable llevar una dieta sana y equilibrada: reducir la sal, no abusar de las comidas con demasiada grasa, ni de los dulces y beber abundante agua.
Masajes. Los masajes favorecen la circulación. Realiza movimientos circulares ascendentes empezando por los pies y suavemente subir poco a poco hasta alcanzar los muslos.
Gimnasia. No es necesario hacer grandes esfuerzos para mejorar las circulación de las piernas y los muslos. Puedes andar durante media hora a diario y realizar movimientos circulares con el pie, de izquierda a derecha.
Posturas. No es recomendable permanecer de pie durante mucho tiempo, pero tampoco permanecer sentada. Si tu trabajo te obliga a hacerlo, haz un pequeño descanso cada media hora de cinco o diez minutos. Aprovecha para caminar o bien para mover o estirar las piernas.
Ropa. Evita la ropa ajustada. Vístete cómoda y elige prendas amplias y ligeras.
Baños. Para favorecer la circulación es recomendable terminar el baño o ducha con un chorro de agua fría. No se recomiendan los baños excesivamente calientes.
Cremas. Tampoco es recomendable el uso de cremas anti celulíticas. Consulta a tu ginecólogo si tienes dudas sobre el uso de cremas o tratamientos de belleza.